EL AMAZONAS
Después del Nilo y el Mississippi, era el momento de honrar al río más grande del mundo: el Amazonas. Su poderoso fluir, sus olas embravecidas y su impetuosa corriente son la imagen de los pueblos que lo bordean y especialmente de la música que le dan ritmo: una música bruta, auténtica, majestuosa. Ya sea de Brasil, Perú, Colombia, Venezuela o incluso Bolivia, esta música "amazónica" es única en sus peculiaridades territoriales. Es como el propio río: íntegra, poderosa, incluso a veces indomable. El lugar de honor lo ocupan la tradición, los elementos, la mística. El korimbo, el tumag, y otros instrumentos típicos; cautivan; las voces, cánticos y gruñidos son fascinantes. Es un verdadero canto del alma, tanto humana, animal, como vegetal. A veces es incluso un grito: un grito contra los repetidos asaltos que han vivido estos territorios, desde la conquista española hasta la globalización desenfrenada y despiadada. Y frente a esta adversidad, estos pueblos han logrado preservar su cultura, desarrollando formas artísticas específicas y únicas, la traducción de una imaginación y una tradición de infinita riqueza.